Terminamos el año lectivo, con más inquietudes que certezas, con menos aprendizaje y con infinita improvisación. No cabe duda que somos lo que elegimos, elegimos bajo un panorama complejo la política que hoy nos dirige y nos han dado lo que su capacidad técnica ha podido: limitados lineamientos educativos, pobres recursos para el aprendizaje y desesperados intentos por demostrar que el maestro ecuatoriano está preparado, a eso le llaman calidad educativa.
Actualizado: 3 ago 2020